El combatiente clandestino y de la guerra de liberación, Esteban Sotolongo Pérez, falleció en la mañana de este viernes, en La Habana, a los 93 años de edad debido al Covid-19.
Sotolongo nació un 3 de agosto en Placetas, Villa Clara sufrió embates de la pobreza y a los 12 años de edad comenzó a trabajar pues era el mayor de cuatro hermanos y debía ayudar a su familia.
Aprendió el oficio de zapatero, pero al ver que se dificultaba el trabajo en su pueblo, decide partir para La Habana en 1948. Se instala en Guanabacoa y comienza a trabajar, afiliándose donde se inicia en las luchas sindicales y, posteriormente, se convierte en un seguidor de Eduardo Chibás, en el Partido Ortodoxo.
El 10 de marzo de 1952 tras un golpe de estado se entrega totalmente a las actividades en contra del Gobierno corrupto. Participa en las manifestaciones estudiantiles en la escalinata universitaria, en la marcha de las antorchas por el centenario del natalicio de José Martí, en mítines de la Juventud Socialista de Guanabacoa y en la distribución de propaganda revolucionaria.
Fue fundador del M-26-7 en Guanabacoa, en 1955 y de ese momento se intensificaron sus actividades. Llegó a ocupar grandes responsabilidades en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, llegando a ser jefe de la Defensa Civil en el Ejército Central. Cumplió misiones en la Lucha Contra Bandidos y en la zafra de los diez millones. Permaneció en las FAR hasta 1972.
Por decisión de su familia, su cadáver será cremado. Las cenizas serán expuestas el próximo miércoles 26 de enero, entre las 09:00 y las 11:00 horas, en el Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón.
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