Ante el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y el belaruso, Alexander Lukashenkoy han firmado un acuerdo de cooperación en una ceremonia efectuada en el capitalino Palacio de la Independencia según indica Prensa Latina.
En dicha ceremonia se rubricó un Memorando de entendimiento entre los ministerios de Justicia de Belarús y Cuba, dirigido a proporcionar un marco legal para la colaboración en asuntos legales.
Por la parte cubana, firmó el citado documento el embajador de la isla en este país, Juan Valdés Figueroa, y por la parte belarusa, el ministro de Justicia Oleg Slichevsky.
El jefe de la misión diplomática de la nación caribeña rubricó con la Directora General de la Empresa Unitaria Agencia Telegráfica de Belarús (Belta), Irina Akulovich, una actualización del acuerdo de intercambio de información entre ese medio y la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina.
El titular belaruso de Educación, Igor Karpenko, rubricó con Valdés Figueroa el Programa de desarrollo de la colaboración entre el ministerio de Educación Superior de Cuba y la cartera de Educación de este país en la esfera de altos estudios para los años 2019-2021.
De igual manera firmó el embajador cubano junto al presidente del Comité Estatal de Ciencia y Tecnología de esta nación, Alexander Shumilin, el Programa ejecutivo de Cooperación científico-técnica e innovación cubano-belaruso para los años 2020-2022.
Con este acuerdo se busca continuar con la profundización en el futuro de los nexos en la esfera política, comercial, económica, industrial, agrícola, docente y científico-técnica.
De igual forma, Belarús y Cuba destacaron la coincidencia de posiciones de ambos estados en casi todos los temas de la agenda internacional y se pronunciaron por el refuerzo de la paz y la estabilidad en el orbe.
La Habana y Minsk confirmaron su interés mutuo en la coordinación estrecha de los esfuerzos para ampliar la cooperación en la arena internacional y rechazaron la politización del tema de los derechos humanos.
Cuba y Belarús destacan en la Declaración Conjunta su rechazo a las medidas punitivas unilaterales, pues ello solo lleva a nuevas disputas entre las naciones y remueve los cimientos del derecho internacional.
