El presidente de los Estados Unidos Joe Biden, firmó el pasado martes, la prórroga, por un año más, del embargo a Cuba en virtud de la Ley de Comercio con el Enemigo.
Desde que Biden asumió el poder, se anunció que su administración se encontraba revisando las políticas de EE.UU hacia Cuba, sin embargo, no mucho ha cambiado al mantener casi intacta la política de su antecesor Donald Trump hacia la isla.
“El gobierno está consultando con miembros del Congreso, personas con diferentes perspectivas, los diferentes interesados, dentro y fuera de Cuba, ya sean activistas, periodistas, ONG y la comunidad empresarial, para obtener la mayor cantidad de aportes”, dijo en junio pasado el secretario de Estado Antony Blinken.
En esta ocasión la firma de este documento viene a darse a penas unos días antes de que caduque la prórroga firmada por Trump “El ejercicio de ciertas autoridades bajo La Ley de Comercio con el Enemigo está programado para expirar el 14 de septiembre de 2021“.
“Por la presente determino que la continuación del ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba durante 1 año es de interés nacional de los Estados Unidos”, se lee en el memorando enviado al Secretario de Estado Antony Blinken y a la Secretaria del Tesoro Janet Yellen y firmado por el presidente Joe Biden.
“Por lo tanto, de conformidad con la autoridad que me confiere el artículo 101 (b) de la Ley Pública 95-223, continúo durante 1 año, hasta el 14 de septiembre de 2022, el ejercicio de esas autoridades con respecto a Cuba, según lo implementado por Activos Cubanos. Regulaciones de control, 31 CFR Parte 515“.
El memorando deberá ser publicado en el Registro Federal en los próximos días por orden del mandatario.

Al respecto, a través del artículo “El mundo se opone, pero Biden prorroga la ley sostén del bloqueo”, el Granma refiere, como ya es costumbre en los textos periodísticos de la isla, “La reiterada prolongación del bloqueo desconoce el rechazo de la mayoría absoluta de la comunidad mundial, expresada anualmente en la ONU, a una política genocida que, en el contexto de la COVID-19, el Gobierno estadounidense recrudeció de manera oportunista, en el intento obstinado de rendir por hambre, enfermedad y miseria al pueblo cubano”.
Además, señala que “el más reciente informe de Cuba en esa instancia contabiliza que los daños acumulados ascienden a 147 853,3 millones de dólares, y ejemplifica cómo, solo entre abril y diciembre de 2020, el bloqueo causó pérdidas en el orden de los 3 586,9 millones de dólares”.
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