La populosa Avenida de Carlos III, en La Habana, cuando fue creada en 1836 por el gobernador Miguel de Tacón, fue llamada “Paseo de Tacón”. Años mas tarde, en honor del entonces rey de España, se colocó en ella una estatua del monarca y el pueblo la comenzó a llamar Carlos III.
Un bonito paseo…y algo más
Es la avenida más ancha de La Habana y justo por esto, ayuda a descongestionar el tráfico desde y hasta La Habana Vieja, sobre todo por sus cuatro carriles. Fue concebida en sus inicios para que fuera un buen paseo, que sirviera para el esparcimiento de los habitantes de la ciudad.
Y es así como quedó realizado el Paseo con arboleda, jardines, fuentes, cascadas y estanques que, sirviéndoles de adorno, hacen la atmósfera fresca y agradable
Cambios y más cambios
En 1902, fecha de la instauración de la República tras la retirada de las tropas norteamericanas, el Ayuntamiento habanero cambió su nombre por el de “Avenida de la Independencia”, por el que nunca la llamó nadie.
En 1936, el insigne historiador Emilio Roig consiguió del Alcalde de La Habana que se le restituyera su nombre de “Carlos III” pues nunca pegó entre los habaneros el patriótico nombre para su mayor avenida.
“Modernización”
En 1955, para “modernizarla”, se le arrancó sin piedad su arbolado antiguo y frondoso. Muchas de sus estatuas y fuentes fueron suprimidas ese año.
Las columnas que lo habían engalanado por siempre también fueron eliminadas, aunque al año siguiente fueron restituidas las que todavía se observan muy cerca del Gran Templo Masónico de la isla y que tienen que ver con la amplia simbología de la mundialmente conocida fraternidad.
Otra vez, cambio de nombre
Otro cambio de nombre sufriría en la década del 70, pero al igual que sucedió en 1936, nadie llama a esta vía por su nombre oficial de “Salvador Allende”. Para todos, sigue siendo, como siempre, Carlos III.