Este miércoles 12 de mayo el deporte cubano perdió en La Habana a un líder, Higinio Vélez quien por años fue el presidente de la Federación Cubana de Béisbol.

A penas poco más de una semana después que partiera el comisionado nacional de este deporte Ernesto Reynoso, la pelota pierde ahora a su presidente por las misma causa, complicaciones derivadas del COVID-19 que ambos contrajeron debido a un brote que afectó a varios de los funcionarios de esta gama deportiva.
Luego de días luchando por su vida en el hospital Dr. Luis Díaz Soto, conocido como El Naval y siendo atendido por los especialistas capitalinos su situación lejos de mejorar se volvió grave, los detalles no se conocieron en ese momento pues las autoridades no informaron sobre el brote ni sobre Higinio, según PlayOff.
Vélez fue mánager durante gran parte de su carrera ganador en cuatro series nacionales, tres series selectivas y dos copas Revolución, además del desempeño internacional de sus equipos coronados en los Juegos Panamericanos de 1987 y 2003, las copas mundiales de 2001, (cuando fue director del equipo nacional quien ganó la Copa en Taipei, China, al vencer a Japón en la semifinal y a Estados Unidos en la final) 2003 (en La Habana) y 2005 (en Holanda), y los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Dos años más tarde nuevamente su equipo trascendió con el segundo lugar en el I Clásico Mundial, considerado un momento clímax en la historia de este deporte en Cuba pues es la mayor posición que ha obtenido la isla en este certámen.

Con respecto al nombramiento a director en el 2001, Higinio dijo a medios locales en entrevista en cierta ocasión “Me llamaron una noche. Al otro día me montaron en el primer avión de Santiago a La Habana. Me llevaron a un lugar y me informaron de la tarea. Se trataba de un mandato de Fidel y acepté. Además, quería demostrar que podía resolver el problema”.
Luego de esto ocupó el cargo de Comisionado Nacional de Béisbol desde el 2007 hasta el 2014. Posteriormente fue nombrado presidente de la Federación Cubana con responsabilidades internacionales como vicepresidente de la Confederación Panamericana.
“No pedí esos cargos, los he desempeñado con entrega total y un apoyo inmenso de mi familia, sin la cual habría sido imposible. Cuando acabe me jubilaré y seguiré aportando mis experiencias y conocimientos. Pero no, ya no vuelvo a los banquillos. Ese tiempo pasó”, dijo en aquella entrevista sin saber que ese día de su jubilación nunca llegaría.
MiradaCubana ofrece sus condolencias a familiares, amigos y a la comunidad deportiva cubana.
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