En el día de ayer el reconocido presentador Efraín Ruales fue asesinado alrededor de las 7 de la mañana en el norte de la ciudad ecuatoriana Guayaquil, hecho que ha conmocionado a toda la nación suramericana.
El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, señaló que el vehículo en el que presuntamente se transportaron los asesinos de Efraín Ruales fue localizado en el Suburbio de Guayaquil, parcialmente incinerado. El automotor, un Chevrolet Vitara, fue ubicado entre las calles 25 y la G. La Policía verificó que se trataba del mismo auto, aunque las placas que portaba no le corresponden, así lo informó Ecuavisa.


“El hallazgo de este vehículo se genera cuando un carro policial observa y con ayuda de los ciudadanos que viven en la zona sofocan el fuego. Las versiones dadas de los moradores del sector indican que en una motocicleta se retiro una persona que estacionó el automotor, prendió fuego y abandono el lugar”, dijo Ramiro Ortega, director general de Investigaciones.
“Lo que se sabe es que va a ser llevado a Criminalística a ver si existen indicios para esclarecimiento de este hecho. Han tratado de eliminar huellas, datos que nos permitan llegar a los presuntos autores de este hecho”, expresó Víctor González, Fiscal de turno.
Al lugar del hallazgo llegó una grúa para trasladar el vehículo calcinado a los patios de la Policía Judicial, como evidencia para poder capturar a los responsables de este hecho.
Pazmiño indicó que hasta el momento se han ejecutado dos allanamientos en Guayaquil y hay tres sospechosos. El ministro precisó que estos aún no están catalogados como detenidos.
Indicó también que el vehículo en el que se movilizaba Ruales recibió tres impactos de bala y uno de ellos es el que acaba con la vida del presentador de TV. El proyectil le causó una “hemorragia interna masiva”, dijo el ministro, lo que le provocó su muerte.
Varios medios alegaron que Ruales debía comparecer ante la Fiscalía por el caso “Insumos médicos” a lo que Pasmiño aclaró que Efraín “no estaba convocado a rendir versión en la Fiscalía” y que no era parte de “ninguna investigación en los casos de corrupción de los hospitales”.