Este sábado se ha sentido una caída considerable en España en cuanto a fallecidos y contagiados con el virus Covid-19 se trata.
Según informó el diario español El País, la semana que entra será clave para el control de la epidemia de coronavirus, para los servicios hospitalarios y para tomar decisiones sobre las medidas que tomar. Los datos con los que se encara esa fase son esperanzadores.
Según el informe del Ministerio de Sanidad, 809 personas han perdido la vida en las últimas 24 horas por Covid-19, la cifra más baja en ocho días y tras dos jornadas seguidas en las que se superaron con holgura las 900. El crecimiento de la mortalidad con respecto al total (ya van 11.744 fallecidos) es también el más bajo desde hace más de dos semanas, con una caída sostenida y progresiva desde el 25 de marzo, cuando alcanzó un 27%.
La cantidad de personas hospitalizadas es el dato en el que más se enfocan los epidemiólogos por ser el que más garantías les ofrece. Y aquí la caída ha sido espectacular: el dato de ingresos subió en 975 personas, menos de la mitad que cualquier otro día desde que hay datos. El jueves fueron 2.524.
También alega el medio citado que los ingresos en las UCI también han mostrado una bajada acusada: 116 nuevos ingresos, aunque esta cifra hay que tomarla con especial cautela, porque algunas comunidades autónomas mezclan el número total de ingresos desde que comenzó la pandemia y otras le restan los fallecidos y las altas. En cualquier caso es la más baja desde que España entró en la fase aguda de la crisis y Sanidad comenzó a centralizar los datos (aunque hay un día que presentó un salto contable).
Los casos nuevos que recoge el informe son de 7.026, también los más bajos fuera de fin de semana (los que se publican el domingo y lunes, con datos del día anterior, respectivamente, hay un infrarreporte) desde el 25 de marzo. Oficialmente, los contagios detectados en España suman 124.736.
Uno de los aspectos más desfavorables es que se ha notado una lentitud en cuento a las altas hospitalarias, aunque esto puede tener una doble cara, ya que menos enfermos nuevos, también habrá menos curaciones. En total, suman 34.219, un 27% de los que dieron positivo.
“Sí hay un rayo de esperanza, pero hay que estar vigilantes. Sabíamos que efecto de las medidas tardaría semanas en llegar, y lo estamos viendo ahora. Los profesionales están dándolo todo, comprometidos y haciendo un enorme esfuerzo que ha hecho que podamos estar controlando el acúmulo de casos”, ha subrayado María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Los expertos explican que la curva no caerá en forma de V invertida, sino más bien de U. España se adentrará en una meseta donde habrá una estabilización, con caídas salpicadas con alguna que otra subida, ya que no en todas las comunidades autónomas la enfermedad se encuentra en la misma fase. Es muy probable que ya estemos en esa meseta, muy cerca de comenzar a doblar la curva.
Sanidad ya trabaja, ha dicho Sierra, en planificar estudios de seroprevalencia para comprobar cuánta población ha pasado la enfermedad y decidir cuáles son los siguientes pasos a seguir.